Hércules en la encrucijada, Annibale Carracci, 1596 |
Un día en que paseaba por el bosque Heracles llegó a una encrucijada
de caminos. Frente a cada uno de ellos había una mujer. La primera
poseía una extraordinaria belleza, vestía ropas suntuosas y adornaba su
cuerpo con caras joyas. "Mi nombre es Placer -le dijo- y soy
amada por la mayoría de los hombres. Mi camino es fácil y ancho. Tómalo y
nunca sufrirás dolor o peligro ni te faltará comida, bebida, buenos
vestidos ni blandas camas."
Heracles avanzó hacia ella, pero antes de tomar su mano se volvió hacia la segunda mujer. Esta iba vestida de blanco, tenía un aspecto muy modesto y no llevaba ningún adorno. "Mi nombre es Deber -dijo-
a quien ningún hombre desprecia pero a quien pocos aprenden a amar. Mi
camino será abrupto y espinoso y no te prometo facilidad ni placer
alguno, solo trabajo y sufrimiento. Para el que es valiente, para el que
se enfrenta a los enemigos de la vida y soporta las cargas de hombres
más débiles, todo se tornará en orgullo y alegría. Quien me siga
obtendrá honor en la tierra y al final su luz brillará entre los
dioses".
Al ver que Heracles dudaba el Placer le gritó : "Di como puede morir en tu peligroso camino". Pero el Deber le susurró: "Si, pero para los que vienen conmigo la muerte será más noble que para los que viven en la pereza e insensatez".
Finalmente Heracles tomó la mano del Deber, que se convirtió en su guía hasta el final de sus días. De este modo Heracles se enfrentó a terribles monstruos y ofreció su ayuda a los más débiles, ganándose la admiración tanto de los dioses como de los hombres.
Bibliografía:
-AA.VV., Mitología clásica e iconografía cristiana, Madrid, Editorial Ramón Areces, 2010.
-HARD, R., El gran libro de la mitología griega, Madrid, La esfera de los libros, 2008.
-HOPE MONCRIEFF, A.R., Mitología Clásica, Madrid, Edimat Libros, 2012.
-SCHWAB, G., Las más bellas leyendas de la Antigüedad Clásica, Madrid, Editorial Gredos, 2009.
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