Olympia: Filemón y Baucis

Filemón y Baucis, Arthur Rackham

En una ocasión, Zeus y su hijo Hermes adoptaron forma humana y descendieron a la tierra para poner a prueba la hospitalidad de los hombres. Sus pasos les llevaron a las tierras de Frigia, donde solicitaron a todos sus habitantes un lugar en el que refugiarse durante la noche. Tan solo Filemón y Baucis aceptaron acogerles en su modesta cabaña.

Filemón y Baucis eran una humilde pareja de ancianos que tenían la misma edad y compartían un amor sincero y desinteresado. A pesar de su pobreza, no dudaron en ofrecer a sus invitados la mejor comida y bebida de la que disponían.

Jupiter y Mercurio en casa de Filemón y Baucis, Rubens, 1630-33

Pero durante la cena, un extraño suceso llamó la atención de los ancianos. A pesar de que el jarro de vino era vaciado una y otra vez en las copas de sus huéspedes, aún continuaba lleno. Fue entonces cuando Filemón y Baucis se dieron cuenta de que los viajeros no eran simples mortales y, llenos de temor, se disculparon ante ellos por no poder ofrecerles un recibimiento mejor. Incluso les propusieron sacrificar su único ganso para ofrecérselo como alimento, pero éstos los rechazaron.

Zeus y Hermes se sintieron conmovidos por la extraordinaria generosidad de la pareja y decidieron revelarles su verdadera identidad. También les indicaron el modo de escapar de la inundación que planeaban enviar sobre Frigia con el fin de castigar el egoismo de sus habitantes.

Apoyándose sobre sus bastones y guiados por los dioses, Filemón y Baucis ascendieron hasta la cima de una alta montaña. Desde allí contemplaron con horror como las casas de sus vecinos eran arrasadas por el agua y los campos quedaban completamente inundados. Las tierras de Frigia se convirtieron en un extenso pantano en el que tan solo su pequeña cabaña aún permanecía en pie.

Como agradecimiento a su hospitalidad, Zeus convirtió la cabaña de la pareja en un bello templo realizado en mármol y oro y prometió cumplir su mayor deseo. Filemón y Baucis, que habían permanecido juntos durante toda su vida, pidieron a los dioses dejar el mundo del mismo modo, para que ninguno de los dos tuviera que vivir solo ni se viera obligado a enterrar al otro.

Tras una larga y feliz vida juntos, Filemón y Baucis se despidieron. En el momento de su muerte Zeus intervino para convertirles en dos árboles nacidos del mismo tronco, a Filemón en roble y a Baucis en tilo. Estos árboles permanecieron junto al templo durante miles de años, con sus ramas entrelazadas como muestra de su amor.